No hay duda, en el área del diseño, los clósets han sido protagonistas de una transición asombrosa. Desde aquellos armarios pesados de la abuela hasta los de hoy, totalmente modulares y tan personalizados, que a la hora de diseñarlos, los expertos no solo tienen en cuenta el número y tipo de prendas que vamos a guardar -pantalones, sacos, zapatos, carteras, collares, blusas, corbatas, ropa interior, etc.- sino el tiempo del cual disponemos cada mañana para elegir la ropa del día, nuestro estilo personal, los ambientes de las demás áreas de la casa e incluso la profesión que ejercemos. ¿El resultado? Clósets y también vestidores ajustados a nuestras necesidades personales.
El proceso de transformación de estos muebles deja en el pasado el uso de maderas finas, pero pesadas, y da paso a las livianas, procedentes de bosques cultivados. No más puertas ni manijas ostentosas; las primeras tienden a desaparecer y las segundas son reemplazadas por mecanismos táctiles de última generación.
La discreción, en cuanto a herrajes, es ahora una cuestión de estética; incluso las bisagras se elaboran bajo el sistema hidráulico para controlar el movimiento de puertas y cajones.
Los nuevos diseños han obligado a cambiar costumbres que aprendimos en casa de la abuela o de la mamá. Por ejemplo, es usual que la gente cuelgue las camisas o las blusas en la parte superior del clóset y los pantalones abajo. Las propuestas modernas nos hacen invertir este orden, pues el largo de los pantalones siempre es el mismo, mientras que el de chaquetas, sacos y blusas es diferente. Así, el área superior tiene el tamaño ideal y permite poner el entrepaño separador donde van las blusas, a una altura mayor, aprovechando el espacio.
En efecto, la ropa de colgar no siempre ocupa toda la altura del armario. Por eso algunos vienen con las barras para ganchos a una altura “no tradicional”.
Secretos de armario
Los nuevos diseños son prácticos, versátiles, cómodos y bonitos. Lo mejor de todo es que no es obligatorio disponer de áreas amplias para poder guardar la ropa sin que se arrugue, tenga dobleces o incluso sin olvidar que tenemos por ahí una blusa linda, que no aparece cuando la necesitamos. El secreto está en:
- Los clósets dejaron de ser estructuras con techo y piso. Ahora se caracterizan por ir anclados en los espacios que hay entre los muros, aprovechando así espacios valiosos que de otra manera se perderían. Solo se necesita una puerta corrediza y listo.
Las divisiones son perfectas para las personas ocupadas, con poco tiempo en la mañana para elegir qué van a ponerse. Estas permiten organizar por tipos de prendas y por colores (pantalones, camisas, tops, etc.), dejándolas a la vista. En un armario caótico, no se tiene a la vista todas las prendas. Si fuera así, se podría incluso armar mentalmente la combinación de ropa y accesorios en cuestión de minutos.
- Los percheros de múltiples barras para colgar los pantalones se abren lateralmente, dejando mucho espacio para cajones o para entrepaños.
- Cajones de apertura total. Antes generalmente los rieles venían cortos, lo que evitaba abrir el cajón en su totalidad. Los fabricantes se ocupan de este detalle, y hoy abren hasta afuera. Esto significa mayor facilidad a la hora de encontrar lo que buscamos y, por supuesto, más espacio.
- Zapateros que cambian un viejo hábito: guardar los compañeros juntos. En los diseños actuales un zapato va adelante y el otro atrás, ahorrando mucho espacio.
- Barras planas que dejan de frente y a la vista los collares y las corbatas. ¡Una forma maravillosa de ganar tiempo!
- Espacios específicos para los bolsos. Estos accesorios son unos de los más maltratados cuando se guardan apretujados en un cajón.
- Canastillas para guardar zapatillas, accesorios y prendas pequeñas que no usamos continuamente. Por ejemplo, las de vacaciones.
- Módulos con ruedas, ubicados en la parte inferior, que a la vez sirven para guardar cosas y para sentarse o para pararse sobre ellos para bajar de arriba.
¿Y en espacios moderados?
Aunque las áreas amplias son las idóneas para disfrutar las ventajas de los clósets modernos, es un hecho que muchos de los nuevos apartamentos no ofrecen tanto metraje. Esto no es un gran problema; se soluciona con creatividad.
- Si usted le pide a su diseñador un clóset de techo a piso, aprovechará cada centímetro disponible.
- Evite los espejos de cuerpo entero en la mitad del armario, ahora se aprovechan los laterales del clóset. Otra buena idea es eliminar aquellos entrepaños superiores que sirven para guardar maletas y colocar allí gabinetes de fácil acceso.
- Juegue con los tamaños de los entrepaños (divisiones) y de los cajones. De acuerdo con el número mayor o menor de prendas y de accesorios que usted tenga, diseñe su clóset con módulos pequeños, medianos y grandes. Así hará de este mueble una valiosa pieza funcional.
- Las repisas o entrepaños son clave cuando queremos ganar o aprovechar espacio. Los expertos aconsejan colocar varias, de tal manera que no nos veamos obligados a apilar muchas prendas que seguramente se irán al piso cuando intentemos sacar una.
- Si en su clóset quedan espacios a los cuales no es fácil acceder, busque cajas decorativas del mismo tamaño y guarde allí las prendas que no usa frecuentemente.
- Las puertas que se abren hacia el frente necesitan de un buen espacio para abrirse. Por el contrario, las corredizas y las plegables solo exigen unos cuantos centímetros a cada lado para las guías.
- Otra clave para ganar espacio: Los ganchos son importantísimos. Si usted usa de aquellos elaborados en madera, está perdiendo dos centímetros entre prenda y prenda. Obviamente, entre más delgado el gancho, más espacio para la ropa.
- ¿Tal vez su habitación tiene un área de techo inclinado? ¡Perfecto! No la desperdicie. Mandar hacer el clóset sobre medidas es ideal para estos espacios que no son tan comunes.
- Digamos que en su apartamento hay espacios aprovechables (en el hall de las habitaciones, por ejemplo). Entonces no dude en colocar allí un mueble con repisas y puerta. Seguramente le dará cabida a aquellas otras cosas que deberían ir en los clósets; así tendrá más área disponible en éstos.
Luz, color y materiales
En maderas amigables
La onda de los materiales vanguardistas también comienza a tocar el diseño de clósets y vestidores. En aluminio y vidrio, siempre y cuando estén empotrados en áreas de un buen metraje, se ven espectaculares. Lo mejor de todo es que las prendas y accesorios están a la vista, en propuestas donde la estética y la funcionalidad van de la mano.
Sin embargo, e indiscutiblemente, la madera sigue reinando en este tipo de muebles. El cedro, el nogal y el roble dan pasos al costado para cederle sus puestos a las maderas provenientes de bosques cultivados, una magnífica manera de respetar los recursos naturales del planeta.
Atrevimiento en el color
Los riesgos se admiten en el manejo de colores. Atrévase a jugar con las tonalidades. Suena arriesgado, pero los resultados serán espectaculares.
¿Quiere puertas en su clóset? Entonces píntelas de oscuro y deje los entrepaños claros. O los cajones en tonos oscuros y las divisiones más suaves. Esto también se vale en las texturas de la madera. Mézclelas en un mismo mueble; por ejemplo, lisas con corrugadas. ¡Innovación! Ah, y ya no es obligación que el estilo del armario concuerde exactamente con los muebles de la recámara.
Luz, más luz
Aunque algunos diseñadores consideran que la iluminación es un accesorio más en la estructura del clóset, otros la ven como un importante efecto visual de amplitud, de estética y de personalidad, pero a la vez una forma de ser más práctico. Indiscutiblemente, es mucho más fácil encontrar una prenda en un armario que tiene su propio sistema de luz.
Sin embargo, el vestidor (‘vestier’) o walk-in closet sí exige un buen sistema de iluminación, así como de espejos, que nos permita ver cada detalle antes de salir a la calle.
Fuente: El Universal